Leonardo Burian: "Nadie sabe lo que sufri en este tiempo".

El fútbol siempre te da revancha. Una frase que se debe haber inventado al tercer día de haberse creado el fútbol. Pero no por vieja deja de ser cierta. Y si no preguntarle a Leonardo Burián.

Nadie confiaba en él (salvo Pelusso y sus compañeros) y en la tarde de ayer fue el responsable del cero en el arco tricolor. Pocas semanas atrás le pegaron con un fierro luego de “comerse” los dos goles contra Liverpool. Hoy son todos elogios. En aquel momento había preferido el silencio, pero ahora necesitaba gritar a los cuatro vientos su verdad: “Es una revancha, es cierto. Tuve algunos comentarios en contra luego del partido con Liverpool que me dolieron mucho porque me trataron como si fuera un robot que no podía cometer errores. Soy humano y puedo fallar como cualquiera, pero hubo cosas que se dijeron que molestaron mucho”. Era evidente que “Cachorro” tenía el imperioso deseo de descargar muchas emociones juntas. Es de hablar poco, pero una vez que Larrionda pitó el final del partido siguió descargando: “Nadie más que yo sabe todo lo que tuve que sufrir en este tiempo para poder disfrutar como loco este momento. La vida de un futbolista es complicada en algunas ocasiones y para el golero lo es mucho más. En este momento no me puedo olvidar de la gente de Bella Vista donde estuve a préstamo dos temporadas porque ellos me hicieron sentir muy bien y gracias a ellos pude volver a Nacional”. El golero tricolor tuvo intervenciones seguros, concretas, sin fallas nunca. Pero... ¿cuál fue la más complicada de todas?: “La primera de Richard Núñez que la tapé bien y después el tiro libre que pegó en el palo estuvo complicada de resolver. Por suerte todo salió bastante bien. La primera jugada es la que te marca como vas a andar y a partir de ahí agarré mucha confianza”. Leonardo Fabián Burián Castro tiene 24 años y su contrato con los tricolores vence a fin de año. Su familia, radicada en Melo, vive la alegría a la distancia: “Se quedaron allá todos y miraron el partido por televisión. Ya me imagino a mi padre (William Burián) llorando sin poder parar”, dice con indisimulable orgullo el responsable del cero tricolor.