Un silencio sepulcral se apoderó del camarín de Nacional. Aquel anhelo con que los tricolores habían llegado al Centenario de quedar a las puertas del título, e incluso los más optimistas de dar la vuelta olímpica ayer mismo, se esfumó por completo luego del cachetazo de River Plate.
La mayoría de los jugadores optó por no hablar. Los Morales, "Matute" y "OJ", se fueron caminando en soledad hacia el control antidopaje y cinco minutos después, sin bañarse, salieron todos juntos. El silencio los alcanzó también a ellos.
Gerardo Pelusso tampoco tenía muchas ganas de hablar. Fue el último en abandonar el vestuario y algunos conceptos, aunque no muchos, dejó al pasar mientras se dirigía hasta el ómnibus que lo esperaba para ir a Los Céspedes, donde el grupo pasó la noche y de donde ya no saldrá hasta que finalice el Apertura. "Este tiene que ser un momento de tranquilidad, de recomponer las cosas y seguir adelante. Esta es una situación límite, porque encaramos la definición del campeonato, pero para haber perdido nosotros y la posibilidad de definir el título la verdad es que tuvimos suerte, porque Danubio no ganó un partido que le fue bastante favorable, según la persona que nos pasaba la información. Lo concreto es que llegamos a definir en la última fecha los dos con el mismo puntaje".
ROMERO. El ingreso de Adrián Romero fue una de las claves para que Nacional arrinconara a River en el complemento. "En el segundo tiempo, creo que jugamos mejor, porque manejamos mejor la pelota y llegamos más por las bandas, que fue lo que me pidió Pelusso y traté de hacerlo de la mejor manera. Se crearon las chances pero lamentablemente no se concretaron los goles, que era lo más importante. River hizo el gol y defendió muy bien, como lo hicimos nosotros en el clásico, pero nosotros tenemos que seguir mejorando para generar oportunidades más claras".
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