"Silvera hizo un mandado y me dejo sin clasico"

Las horas pasaron, pero la bronca de Roberto Brum por haberse quedado sin clásico en lugar de ir cesando va en aumento. El volante tricolor recibió su quinta amarilla este fin de semana y eso lo dejó fuera del partido con Peñarol del domingo que viene. Roberto Silvera fue el árbitro que sentenció su destino y por estas horas nombrarle a Brum al árbitro internacional es parecido a un insulto. Ultimas Noticias dialogó en la tarde de ayer con el volante uruguayo y allí descargó toda su bronca. -¿Estás más tranquilo; ya asimilaste que no jugás el domingo? -La opinión no cambió en nada y la voy a seguir sosteniendo. Esto fue un mandado. Roberto Silvera hizo un mandado, me sacó la quinta amarilla y me dejó sin clásico. Recién era mi segunda falta y él me dice que es por reiteración de faltas. Encima hizo un gesto de que era mi quinta falta y señaló los supuestos lugares donde las había hecho. No sé... estaba viendo otro partido. -¿Después de eso hablaron algo más? -Le hablé de manera muy fuerte todo el partido e incluso hice faltas que merecían que me sacara otra tarjeta y se ve que no se animó. Él solo quería mostrarme la amarilla y nada más. -O sea que buscaste otra tarjeta que nunca llegó a mostrarte... -Es un personaje, no le gusta que le hablen adentro de la cancha y el otro día en el partido entre Estudiantes e Inter de Brasil, Rodrigo Braña (de Estudiantes) lo insultó de arriba abajo y no pasó nada. Después vienen acá y no quieren que les digan nada. Parece una mujer, no quiere que le hablen. Debería copiar los buenos ejemplos que tiene a su alrededor para darse cuenta de lo equivocado que está. -¿Qué le decías en medio del partido? -Le dije de todo, incluso cuando se paró para tomar agua pasé por al lado de él y le dije que 'ya está, el mandado ya lo hiciste, arbitrá tranquilo ahora' y no me dijo nada. Al "Cacique" lo amenazó con que lo iba a echar en uno de los penales que cobró. Entró a sacarme del clásico. Tal vez la culpa fue nuestra porque hablamos mucho en la semana de este tema y todo el mundo sabía que si me sacaban una amarilla yo quedaba suspendido para el partido siguiente. -Si fue un mandado... ¿quién dio la orden? -No sé quién lo mandó a hacer esto, pero es evidente que fue de gusto. Silvera es un artista y le di muchos motivos más para que me sacara otra amarilla y no se animó a expulsarme. Sé que soy de hablar mucho en los partidos. Incluso Larrionda y Vázquez me lo han dicho en los partidos para que no me perjudique en el futuro, pero esta vez me sacó mal del partido. -¿Jugaste condicionado sabiendo el tema de las amarillas? -Mirá... sinceramente entré a jugar este partido sabiendo que iba a recibir la quinta amarilla. Lo digo de corazón, no ahora. Sabía que eso iba a pasar cuando me enteré que el árbitro era Silvera. -Y entonces... ¿por qué jugaste? -Lo que pasa es que no se podía pensar nunca en eso porque para nosotros el partido más importante del año en ese momento era el de Cerro y había que ganarlo como sea. Capaz que si la amarilla me la sacaba en el segundo tiempo, luego de varias faltas lo entendía, pero esto que hizo fue increíble. -Esta semana debe ser muy especial para vos... -No estoy bien, más bien me siento amargado. Cuesta mucho llegar a un cuadro grande y una vez que lo conseguís tu ilusión es poder jugar un clásico de titular. Ya estuve en dos anteriores donde no se me dio chance de jugar y me moría de ganas de estar en la cancha el domingo que viene. -¿Qué pasará con Silvera de ahora en más? -Ahora vamos a ver la profesionalidad de él cuando nos volvamos a ver en una cancha. -¿Porqué decís eso? -No le pienso hablar. Quiero ver si va a venir a buscar su revancha o si hace lo que realmente debe hacer en una cancha. Quiero ver la profesionalidad que tiene.